Diócesis de México
Iglesia Ortodoxa en América
O. C. A.
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9 de Agosto

 

SAN GERMAN DE ALASKA

 

Santo Patrono de la Iglesia Ortodoxa en América

 

Biografía:

  

Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. (Mateo 5:16)

 

Muy poco es conocido sobre los primeros años de vida del Monje Germán. Nació en Serpujov en la diócesis de Moscú por el año de 1756 y a la edad de 16 años comenzó con su vida monástica en la ermita de Trinidad-San Sergio cerca de San Petersburgo. Cuando el estaba en la ermita, El monje Germán desarrollo una muy fuerte infección en el lado derecho de su garganta que lo puso a punto de la muerte. Pero después de una oración ferviente frente al Icono de la Santísima Madre de Dios cayó en un profundo sueño, y durante ese sueño, El Monje Germán soñó que era sanado por la Virgen. Y después de levantarse, se dio cuenta de que se había recuperado totalmente. Permaneció en la ermita de Trinidad-San Sergio por cinco años más, y después se traslado al Monasterio del Valaam en el lago Ladoga.

 

Durante su estancia en el Monasterio del Valaam, el Padre Germán tuvo una estrecha relación espiritual con el Anciano Nazario, Abad y renovador de la vida espiritual del Valaam. El Padre Germán encontró en Nazario una piadosa y efectiva guía espiritual, a quien recordaría por el resto de su vida. Durante su estancia en el Valaam, el Monasterio era visitado por Gregory Shelikov, cabeza de la Compañía de Comercio Golikov-Shelikov, quien solicito Monjes para trabajar en el nuevo campo misionero en Alaska. Y en 1793, el Padre Germán con algunos Monjes más, fue enviado por el Santo Sínodo de Rusia al campo misionero de Alaska.

 

Después de una jornada de aproximadamente un año, el pequeño grupo de ocho Monjes arribo a las tierras de la Isla Kodiak el 24 de septiembre de 1794. Desde la Isla Kodiak, los Monjes comenzaron su esfuerzo para convertir y educar a los nativos del lugar. Y varios miles de los habitantes de Alaska se convirtieron a la Ortodoxia, pero la misión no tenía el éxito esperado. El Archimandrita Joasaph, que era la cabeza de la misión, fue consagrado Obispo, pero murió con otros dos cuando su barco que estaba de regreso a Alaska se hundió, y el Padre Germán, que desde un principio se había distinguido por su humildad, compasión por los nativos y sus habilidades administrativas se convirtió en la cabeza interina de la misión. Eventualmente solo el permanecía de la misión original.

 

Después de una difícil relación con la Compañía de Comercio Ruso-Americana, quienes controlaban la colonia de Alaska, entre los años de 1808 y 1818 el Padre Germán salió de Kodiak y fue a la Isla Spruce, a la que él llamo Nuevo Valaam. Él estuvo el resto de su vida en esta isla, donde el cuidaba huérfanos, fundo una escuela y continuo su trabajo misionero. Construyó una pequeña capilla, una escuela y una casa de huéspedes, y la comida para él y los huérfanos era producida por su pequeña huerta.

 

Llevando muy poco consigo mismo, El Padre Germán vestía la ropa más vieja y humilde que uno se podría imaginar bajo su sotana, y comía muy poco. En su tiempo libre era devoto de orar y cantar el servicio que él podía hacer al ser solamente Monje, ya que por humildad él se había negado a ser ordenado. Su vida en la vida era aquella de un asceta y era en muchas formas similar a la de los primeros Monjes del desierto en Egipto. Cuando le preguntaban que si siempre estaba solitario, el Padre Germán respondía, “! No, yo no estoy solo ahí ¡Dios está ahí, porque Dios está en todas partes. Los Santísimos Ángeles están ahí. ¿Con quién es mejor hablar, con gente o con Ángeles? Seguramente con Ángeles”.

 

El Padre Germán continúo creciendo en su amor por los nativos cuando vivía en la Isla Spruce, porque los veía como niños recién nacidos en la fe, y tenía que guiarlos y enseñarles. Él tenía un amor especial para los niños y ellos eran muy allegados a él. Uno de sus más grandes placeres era estar con niños, educándolos y dándole los platillos que el cocinaba. Durante ese tiempo un barco de los Estados Unidos llevo una epidemia y cientos de nativos murieron, pero ellos no estaban solos, porque el Padre Germán estaba con ellos todo el tiempo, visitaba persona por persona confortándolos y orando con y por ellos. Después de que la epidemia termino, el Padre Germán llevo de regreso a los huérfanos al Nuevo Valaam y cuido de ellos. En domingos y días Santos, el Padre Germán convocaba a la gente a orar y cantar, y él les daba sermones que cautivaban los corazones de los presentes. Como un Anciano él podía ver dentro de los corazones de sus hijos espirituales y los ayudaba.

 

Los nativos reconocían la santidad del Venerable Padre Germán y acudían a él por ayuda y consejo, viendo en él un intercesor ante Dios. Una vez había un gran maremoto amenazando la isla y la gente fue con el Padre Germán para pedirle ayuda. Entonces el tomo un Icono de la Madre Dios, lo puso en la playa y dijo: “no tengan miedo. El agua no subirá al nivel donde esta esté Santo Icono”; y tal y como lo dijo el agua no sobrepaso ese nivel. En otra ocasión hubo un fuerte incendio en la isla y la gente fue una vez más con el piadoso Anciano, quien intercedió exitosamente por ellos.

 

Antes de su muerte, el Padre Germán que le pasaría. Le dijo a la gente que cuando el muriera no habría sacerdote en el área y la gente tendría que enterrarlo por ellos mismos. También dijo que sería olvidado por treinta años y después sería recordado. El Padre Germán durmió en el Señor el 13 de diciembre de 1837, de la forma que el había descrito a su rebaño. Ellos continuaron reverenciando su memoria, pero para el mundo exterior parecía que lo habían olvidado hasta la primer investigación de su vida en 1867, por el Obispo Pedro de Alaska. Finalmente el 9 de agosto de 1970, el Santo Monje fue Glorificado (canonizado) por la Iglesia Ortodoxa en América, en ceremonias impresionantes en la Isla de Kodiak, Alaska, Y el Bendito Padre Germán de Alaska entro al rango de Santos que interceden por la Ortodoxia en América.

 

 




TROPARIO DE SAN GERMÁN DE ALASKA:

 

Oh Santo Padre Germán de Alaska, estrella del norte de la Santa Iglesia de Cristo. La luz de tu Santa vida y obras buenas, guían a todos los que siguen la vida Ortodoxa; juntos levantamos en alto la Santa Cruz que tu plantaste firmemente en América. Que todos bendigan y glorifiquen a Jesucristo, Cantando su Santa Resurrección.




ORACIÓN AL SANTO PADRE GERMÁN DE ALASKA:

 

Oh Dios Todopoderoso, Te alabamos y glorificamos, Señor y Creador nuestro. Toda la tierra y todo lo que está en ella te reconoce como su creador, El Padre Eterno.

 

Cielo y Tierra, Ángeles y Hombres, juntos te alaben y glorifiquen, Gloriosisima compañía de los Apóstoles, Loable Acompañante de los Profetas, Grandioso y Noble Fruto de los Mártires, que Toda la Comunión de Santos Te Alaben.

 

Los miembros de la Santa Comunidad sobre la tierra te rogamos: Nos hagas dignos con Todos los Santos en el Cielo, especialmente el reciente Glorificado Sabio Anciano, el Santo Germán de Alaska, para reinar en tu Gloria sin fin.

 

En este día la Iglesia Santa Católica y Apostólica Te Alaba y Te Glorifica, Nuestro Dios, en una gozosa Acción de Gracias. Los herederos e hijos de la Santa Iglesia de Cristo que tú , Oh Santo Padre Germán de Alaska y tu Santa Compasión plantaron aquí, ahora florece y crece en este gran continente, y cosecha ante tu Relicario. Contemplamos tus Reliquias sabiendo que tu Alma acompaña a la de los Apóstoles, Profetas, Mártires, Santos y las Potestades Celestiales ante el Trono del Piadosísimo Dios en alabanza de la Santísima Trinidad.

 

Oh Bendito Ermitaño de la Isla Spruce, buen Maestro de la Fe en la santísima Trinidad, y Padre Espiritual nuestro, intercede ante el Trono del Dios Todopoderoso, por la paz de la Iglesia; disipando toda desunidad, falta de fe y discordia.

 

Ven en el auxilio de nuestras guías espirituales para que ellos puedan siempre ser verdaderos y efectivos instrumentos del Espíritu Santo, con el poder de proclamar las verdades Evangélicas, con la Sabiduría para iluminar a los iluminados, con el Espíritu para inspirar todo el amor y conocimiento de Dios; con la perseverancia para defender a la Iglesia, incluso hasta con su muerte, de todos los enemigos dentro y fuera de todos los tiempos.

 

Que los corazones de tus hijos espirituales sean llenados con esa fe y amor de la Santa Iglesia como tu lo manifestaste en tu Santa Vida; Orando a Dios: Para que nos libre de las tentaciones que nos provocan fallar; renueve nuestra fe de niños en nuestro Padre Celestial; Reponga nuestra confianza en Dios y solo en Él; Santifique nuestra sed por el verdadero conocimiento de Dios; Nos enseñe a servir a Dios fielmente; Transfigure nuestra vida para que esta pueda verdaderamente reflejar la Imagen y Semejanza de Dios.

 

Oh Santo Padre y Patrono de la Iglesia en América: Se un Médico para los débiles de fe; Se un apoyo para los caídos; Se un defensor para los indefensos;: Se un baluarte de fuerza para los fatigados en espíritu; Se una guía para los viajeros por mar, por tierra y por aire; Se nuestro Intercesor Celestial.

 

Oh Santo Padre Germán de Alaska, junto con todos los Santos y las Potestades Celestiales, ruégale a Dios que sobre cada uno de nosotros Él Conceda sabiduría para nuestra mente, fuera para nuestra voluntad, iluminación para nuestro espíritu, permitiéndonos alcanzar la Verdadera Paz de Vida que solo de Dios viene; Alabamos con gozosos y agradecidos corazones, La Vivificadora Trinidad: Padre Todopoderosos, Hijo Unigénito, Espíritu Santo Confortador, Ahora y Siempre y Por los Siglos de los Siglos.

 

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