El 30 de Agosto de 2013, Su Beatitud, el Metropolitano Tikhon y los miembros del Santo Sínodo de Obispos de la Iglesia Ortodoxa en América, emitieron una declaración haciendo un llamado para orar por todos aquellos que sufren en la presente crisis que afecta a Egipto, y especialmente por la minoritaria comunidad cristiana de ese país.

El texto complete dice lo siguiente:

Declaración del Santo Sínodo de Obispo de la Iglesia Ortodoxa en América

Concerniente al conflicto en Egipto y su comunidad cristiana

Es con gran preocupación que hemos presenciado las crecientes dificultades y aflicciones que sufren los cristianos y los no cristianos por todo el Medio Oriente, y especialmente en Egipto y Siria. La difícil situación de la comunidad copta en Egipto es de especial preocupación.  La situación en esas tierras es verdaderamente compleja – y es por eso que ofrecemos oraciones por la gente de buena voluntad, tanto por los cristianos como por los no cristianos, para que el presente conflicto termine pronto con una resolución pacífica. No obstante, a mediados de agosto, presenciamos las perturbadoras imágenes y reportes de la quema y destrucción de docenas de iglesias coptas alrededor de Egipto, junto con ataques a los fieles y sus hogares, familias y negocios. Aunque esta no es la primera vez que los cristianos de Egipto han tenido que soportal tal dolor, la magnitud de los ataques recientes no tiene precedente.
La Iglesia, desde tiempos apostólicos, ha soportado el sufrimiento y la persecución. “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo,” nos revela nuestro Señor en Mateo 5:11. Desde los tiempos de Caín y Abel, la naturaleza de este mundo caído ha puesto al hermano en contra del hermano. Sin embargo, hemos sido llamados a mirar más allá de este mundo caído y poner nuestra visión en el Reino del Príncipe de la Paz. De esta manera, nosotros cumplimos la oración ofrecida por nuestro Señor en la víspera de vivificadora muerte, “para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.” (Juan 17:21)

Es con este espíritu que invocamos a los fieles para que le pidan a nuestro Señor que conceda la paz nuestros hermanos y hermanas coptos en medio de tan difíciles pruebas  - y a todos los egipcios de buena voluntad, que están buscan la “a paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento” (Filipenses 4:7). Que la promesa del Reino permanezca ante ellos mientras continúan dando testimonio de Jesucristo en circunstancias que, para nosotros, son inimaginables. Que hablemos en su defensa con cualquier medio posibles. Y que aquellos que han perdido la vida en el conflicto se les conceda el descanso eterno junto con los santos, en el seno de Abraham, Isaac y Jacob.

“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.”  (Romanos 15:13)

Petición que se debe añadir a la Letanía de la Súplica Ferviente:

De nuevo te  suplicamos por aquellos que son perseguidos por su fe, especialmente los fieles cristianos de Egipto y todo Medio Oriente, para que el Señor Dios envié sobre ellos toda arma espiritual para que soporten sus tribulaciones; y que Él conceda esa Paz que sobrepasa todo entendimiento sobre esa región, y el mundo entero, como anticipo de su Reino celestial.