Diócesis de México
Iglesia Ortodoxa en América
O. C. A.
1 de Febrero

  • Mártir Trífon de Campsada cerca de Apamea en Siria
  • Mártires Perpetua, una mujer de Cartago, y los Catecumenos: Sáturo, Revocato, Saturnino, Secúndulo y Felícitas.
  • Venerable Pedro Gálata, Ermitaño, cerca de Antioquia en Siria.
  • Venerable Vendemiano (Bendemianus), Ermitaño de Bitinia
  • Venerable Brígida de Irlanda
Mártir Trifón

El Mártir Trifón nació en Frigia, uno de los distritos de Asia Menor, en el pueblo de Lampsaco. Desde edad temprana el Señor le concedió el poder de expulsar demonios y curar varias enfermedades. Una vez, salvó a los habitantes de su ciudad natal de la hambruna. San Trifón, por el poder de su oración, hizo que re retirara una plaga de langostas que estaba devorando el grano y devastando los campos de cultivo.


San Trifón ganó una particular fama por haber expulsado un espíritu malvado de la hija del emperador romano Gordiano (238-244). Cuando ayudaba a todo aquel que se encontraba afligido, él solo les pedía una cosa: fe en Jesucristo, por cuya gracia los sanaba.


Cuando el emperador Decio (249-251) asumió el trono imperial, comenzó una feroz persecución en contra de los cristianos. Alguien le reportó al comandante Aquilino que San Trifón predicaba audazmente la fe en Cristo, que había conducido a muchos al Bautismo.  El santo fue arrestado y sujeto interrogación, durante la cual sin tener miedo confeso su fe.


Entonces lo sometieron a duras torturas: lo golpearon con garrotes, rasgaron su cuerpo con ganchos de acero, quemaron su piel, y lo hicieron caminar por la ciudad, después de haberle colocado clavos de hierro en sus pies. San Trifón  soportó valientemente todos estos tormentos sin quejarse.


Finalmente fue condenado a ser decapitado por la espada. El santo mártir oró antes de su ejecución, dando gracias a Dios por haberlo fortalecido en sus sufrimientos. A su vez pidió al Señor que bendijera a todos los que invocasen su nombre pidiendo ayuda. Justo cuando el soldado levantaba la espada sobre la cabeza del santo mártir, él rindió su vida en las manos de Dios. Este evento ocurrió en la ciudad de Nicea en el año 250.


Los cristianos de la ciudad envolvieron el santo cuerpo del mártir en una mortaja nueva y lo querían sepultar en la ciudad de Nicea, donde había sufrido el martirio, pero San Trifón en una visión les ordenó que llevaran su cuerpo a su tierra natal el pueblo de Campsada. Posteriormente, las reliquias de San Trifón fueron trasladadas a Constantinopla, y después a Roma.


En Rusia, San Trifón es considerado el santo patrono de las aves. Existe un relato que dice que cuando el Zar  Iván el Terrible estaba cazando, el halconero en un descuido dejo escapar el halcón favorito del Zar. El zar ordenó al halconero Trifón Patriekeiev que encontrará el ave dentro de los tres próximos días, o lo condenaría a muerte. Trifón buscó por todo el bosque, pero no tuvo suerte.


Al tercer día, cansado de tanto buscar, regresó a Moscú al lugar llamado Marinaya Grove. Vencido por el cansancio, se acostó a descansar, orando fervientemente a su santo patrono, el Mártir Trifón para que lo ayudara.  


En un sueño vio a un joven sobre un caballo blanco, sosteniendo al halcón del Zar en su mano. El joven le dijo, “Toma al ave perdida, ve al zar y no sufras.” Cuando se despertó, el halconero vio a un halcón sobre un pino. Lo atrapó y se lo llevo al zar y le contó acerca de la milagrosa intercesión que había recibido del santo Mártir Trifón. Agradecido con San Trifón por haber salvado su vida, Trifón Patrikeiev construyó una capilla en el lugar en el que el santo se le había aparecido. Posteriormente, construyó una iglesia dedicada el santo Mártir Trifón, en Moscú.


El santo mártir es grandemente venerado en la Iglesia Ortodoxa Rusa como el protector celestial de Moscú. Muchos iconos rusos muestran al santo sosteniendo un halcón en su mano.

Venerable Brígida de Irlanda

Santa Brígida nació cerca del año 450 en Faughart, aproximadamente a dos millas de Dundalk en el Condado de Louth. Según la tradición, su padre era un pagano llamado Dubthach y su madre era Brocessa, una de sus esclavas.

 Desde niña, fue reconocida por su compasión hacia los pobre. Ella daba a los pobres comida, vestido, e incluso las posesiones de su padre. Un día su padre llevó a Brígida a la corte del rey, dejándola afuera esperando por él. Él le pidió al rey que le comprara a su hija, ya que su excesiva generosidad la había hecho muy costosa para poderla mantener. El rey pidió ver a la niña, así que Dubthach lo llevo afuera. Y salieron justo a tiempo para ver como ella le daba la espada de su padre a un mendigo. Esta espada había sido presentada a Dubthach por el propio rey, quien le dijo, “No puedo comprar una niña quien nos toma por baratos”

Santa Brígida recibió la tonsura monástica de manos de San Mael de Ardagh (6 de Febrero). Poco después de esto, ella estableció un monasterio en unas tierras que el Rey de Leinter le había dado. El lugar fue nombrado Cill Dara (Kildare), o “la iglesia del cedro.” Este fue el comienzo del monaquismo cenobítico femenino en Irlanda.

Los milagrosos realizados por Santa Brígida son muy numerosos como para relatarlos aquí, pero tal vez un relato sea suficiente. Una tarde, la santa abadesa estaba sentada con Dara, una monja ciega. Platicaron desde el atardecer hasta al amanecer de las alegrías del Reino del Cielo, y del amor de Cristo, perdiendo toda noción del tiempo. Santa Brígida estaba impactada por la belleza de la tierra y el cielo durante la luz matutina. Dándose cuenta de que la hermana Dara era incapaz de  apreciar esta belleza, se entristeció. Y después oró e hizo la Señal de la Cruz sobre los ojos de Dara. Y al hacer esto, los ojos ciegos de la monja se abrieron y ella vio el sol en el oriente,  los árboles y las flores destellando con el rocío. Miró por algún tiempo, después volteo hacía Santa Brígida y dijo, “Cierra mis ojos nuevamente, querida Madre, porque cuando el mundo es visible a los ojos, entonces Dios es menos visible para el alma.” Santa Brígida oró nuevamente, y Dara quedó ciega otra vez.

Santa Brígida durmió en el Señor en el año 523, después de recibir la Santa Comunión de parte de San Ninnidh de Inismacsaint (18 de Enero). Fue sepultada en Kildare, pero sus reliquias fueron trasladadas a Downpatrick durante las invasiones vikingas. Se cree que fue sepultada en la misma tumba que San Patricio (17 de Marzo) y San Columba de Iona (9 de Junio).

A finales del Siglo XIII, su cabeza fue llevada a Portugal por tres reyes irlandeses en su camino para pelear en Tierra Santa. Dejaron esta santa reliquia en la parroquia de Lumiar, aproximadamente a tres millas de Lisboa. Algunas porciones de la reliquia fueron llevadas a Irlanda en 1929 y colocadas en una nueva iglesia en honor a Santa Brígida en Dublín.

Las reliquias de Santa Brígida fueron destruidas en el Siglo XVI por Lord Grey durante el reinado de Henry VIII.

La tradición de hacer las cruces de Santa Brígida de juncos y colgarlas en sus casas aún se conserva en Irlanda, don la devoción por la santa permanece fuerte. Ella también es venerada en el norte de Italia, Francia, y Gales.

 

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