Diócesis de México
Iglesia Ortodoxa en América
O. C. A.
26 de Enero

  • Veberable Xenofón, su esposa María, y sus dos hijos, Arcadio y Juan de COnstantinopla
  • Traslado de las reliquias del Venerable Teodoro, Abad de Studion
  • Venerable Xenofón de Robika
  • Mártires Ananias - Presbitero Pedro, y siete soldados, en Fenicia
  • San Simeón "el Antiguo" del Monte Sinaí
  • San José, Obispo de Tesalónica, hermano de San Teodoro de Studion
  • Justo Creyente David III, Rey de Ibera y Abkhazia



San Xenofón, su esposa María, y sus hijos Arcadio y Juan

San Xenofón, su esposa María, y sus hijos Arcadio y Juan, fueron distinguidos ciudadanos de Constantinopla y vivieron en el siglo V. A pesar de su riqueza y posición social, se distinguían por su simplicidad de alma y bondad de corazón. Deseando dar a sus hijos Juan y Arcadio una educación más completa, los enviaron a la ciudad Fenicia de Beirut.


Por divina Providencia el barco en el que los hermanos habían zarpado, naufragó. Las olas empujaron a los hermanos a la costa de distintos lugares. Tristes por haber sido separados, los hermanos se dedicaron a Dios y se hicieron monjes. Por mucho tiempo sus padres no tuvieron noticias de sus hijos y pensaban que estaban muertos.


Sin embargo, Xenofón, ya de edad avanzada, mantenía la firme esperanza en el Señor y consolaba a su esposa María, y le decía que no estuviera triste, sino que creyera que el Señor protegía a sus hijos. Después de muchos años la pareja hizo una peregrinación a los lugares santos, y en Jerusalén se encontraron con sus hijos, que vivían ascéticamente en diferentes monasterios. Los jubilosos padres dieron gracias al Señor por haber reunido a la familia.


San Xenofón y Santa María se fueron a distintos monasterios y se dedicaron a Dios. Los monjes Arcadio y Juan, después de pedir permiso de sus padres, se fueron al desierto, donde después de un largo trabajo ascético fueron glorificados con los dones de obrar milagros y el descernimiento. San Xenofón y María, laboraron en silencio y con ayuno estricto, y también recibieron de Dios el don de obrar milagros.

 

© OCAMéxico-2024