16 Concilio de Toda América
Este 4 de noviembre concluyo el Concilio (Sobor) 16 de la Iglesia Ortodoxa en América (OCA). Este concilio fue el numero 16 después que la OCA fue otorgada la autocefalia en el 1970. El tema de este concilio fue “El Hogar de Fe”. La iglesia se reúne cada tres años para tomar decisiones financieras y para decidir el enfoque de la iglesia por los próximos tres años.
La Iglesia Ortodoxa en América tuvo sus principios en América por medio de misioneros rusos que se ubicaron en Alaska a fines del siglo 18. Desde ese entonces continua sirviendo como iglesia misionera en América buscando todo lo posible para compartir la plenitud de la iglesia con todo el pueblo donde sea que se encuentra.
Una de las hermosuras de la OCA es que siempre busca compartir en el pueblo y con el pueblo en el cual la iglesia se encuentra. Este concilio tomo lugar en la ciudad de Seattle en Washington y es el primer concilio que se ubica en la Diócesis de Oeste de cual Su Gracia Benjamín, Obispo de San Francisco y el Oeste encabeza.
Esto también facilito la presencia que los indígenas de la iglesia en Alaska participen en el concilio. La presencia de los indígenas de Alaska fue algo muy conmovedor porque con ellos es que el trabajo misionero en esta parte del mundo comenzó. En los concilios pasados ha sido un poco difícil para que vengan mucho de Alaska por la distancia. Aunque siempre tienen representación en este concilio disfrutamos de más de cincuenta participantes delegados de nuestra iglesia en Alaska.
El concilio fue inspirador dirigido por Su Beatitud Jonás, Arzobispo de Washington y Metropolitano de toda América. En sus primeras palabras dirigidas al concilio comenzó pidiendo perdón de toda la iglesia por él y por los obispos presente de no haber cumplido debidamente con su cargo y que realmente no es digno antes Dios de cumplir este cargo, pero por la gracia de Dios marchamos adelante. Todos presente recibieron inspiración de este gran ejemplo de nuestros jerarcas para con el pueblo y nos llenaron así con la confianza de que ellos con toda humildad buscan cumplir la voluntad de Dios para nuestra iglesia.
Todo los detalles de este concilio se pueden encontrar en la página principal de la OCA www.oca.org.
Este concilio es el primero en el que tenemos tan gran delegación de Alaska, también es el primer concilio en el que la iglesia confirma su obra entre el pueblo de descendencia Africana en América y también es el primero en el que celebramos la Divina Liturgia en Español. La Divina Liturgia celebrada por el Su Gracia Alejo, Obispo de México con El Padre Ernesto Ríos, Padre Antonio Perdomo, Padre Juan Parker, Padre Pablo Ruiz, y los directores del Seminario de San Vladimiro en Nueva York el Padre John Behr y Padre Chad Hatfield, y el Monje Juvenaly. Los Sub-diaconos Abraham Labrada y Antonio Araganda de México junto con otros diáconos y clérigos nos ayudaron también.
Todos presente atentamente participaron en este servicio divino y apoyaron también nuestro labor entre Latino Americanos y en América Latina. La alegría principal de todo lo sucedido es que reconocemos que nuestro Señor Jesucristo nos dirige a compartir las buenas noticias y a bautizar a todo el mundo hasta los confines del mundo.
Es inspirador ver que la iglesia anhela y apoya todo esfuerzo que sea posible entre el pueblo Latino Americano para que este pueblo participe plenamente en los límites de la iglesia. La Iglesia Ortodoxa es para todo el pueblo y nuestro Señor exige de nosotros el alcanzar a todos inclusive a sus más humildes siervos.
Que la inspiración del Espíritu Santo este con nosotros y nos inspire a cumplir con la voluntad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Padre Antonio Perdomo
La Iglesia Ortodoxa en América tuvo sus principios en América por medio de misioneros rusos que se ubicaron en Alaska a fines del siglo 18. Desde ese entonces continua sirviendo como iglesia misionera en América buscando todo lo posible para compartir la plenitud de la iglesia con todo el pueblo donde sea que se encuentra.
Una de las hermosuras de la OCA es que siempre busca compartir en el pueblo y con el pueblo en el cual la iglesia se encuentra. Este concilio tomo lugar en la ciudad de Seattle en Washington y es el primer concilio que se ubica en la Diócesis de Oeste de cual Su Gracia Benjamín, Obispo de San Francisco y el Oeste encabeza.
Esto también facilito la presencia que los indígenas de la iglesia en Alaska participen en el concilio. La presencia de los indígenas de Alaska fue algo muy conmovedor porque con ellos es que el trabajo misionero en esta parte del mundo comenzó. En los concilios pasados ha sido un poco difícil para que vengan mucho de Alaska por la distancia. Aunque siempre tienen representación en este concilio disfrutamos de más de cincuenta participantes delegados de nuestra iglesia en Alaska.
El concilio fue inspirador dirigido por Su Beatitud Jonás, Arzobispo de Washington y Metropolitano de toda América. En sus primeras palabras dirigidas al concilio comenzó pidiendo perdón de toda la iglesia por él y por los obispos presente de no haber cumplido debidamente con su cargo y que realmente no es digno antes Dios de cumplir este cargo, pero por la gracia de Dios marchamos adelante. Todos presente recibieron inspiración de este gran ejemplo de nuestros jerarcas para con el pueblo y nos llenaron así con la confianza de que ellos con toda humildad buscan cumplir la voluntad de Dios para nuestra iglesia.
Todo los detalles de este concilio se pueden encontrar en la página principal de la OCA www.oca.org.
Este concilio es el primero en el que tenemos tan gran delegación de Alaska, también es el primer concilio en el que la iglesia confirma su obra entre el pueblo de descendencia Africana en América y también es el primero en el que celebramos la Divina Liturgia en Español. La Divina Liturgia celebrada por el Su Gracia Alejo, Obispo de México con El Padre Ernesto Ríos, Padre Antonio Perdomo, Padre Juan Parker, Padre Pablo Ruiz, y los directores del Seminario de San Vladimiro en Nueva York el Padre John Behr y Padre Chad Hatfield, y el Monje Juvenaly. Los Sub-diaconos Abraham Labrada y Antonio Araganda de México junto con otros diáconos y clérigos nos ayudaron también.
Todos presente atentamente participaron en este servicio divino y apoyaron también nuestro labor entre Latino Americanos y en América Latina. La alegría principal de todo lo sucedido es que reconocemos que nuestro Señor Jesucristo nos dirige a compartir las buenas noticias y a bautizar a todo el mundo hasta los confines del mundo.
Es inspirador ver que la iglesia anhela y apoya todo esfuerzo que sea posible entre el pueblo Latino Americano para que este pueblo participe plenamente en los límites de la iglesia. La Iglesia Ortodoxa es para todo el pueblo y nuestro Señor exige de nosotros el alcanzar a todos inclusive a sus más humildes siervos.
Que la inspiración del Espíritu Santo este con nosotros y nos inspire a cumplir con la voluntad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Padre Antonio Perdomo